Este texto lo escribí el 24 de marzo del 2020. Consideré divertido usarlo como primer post.
Recién me llevé un buen susto. Estoy en mi apto como corresponde en esta cuarentena por el covid-19. Llegaron a mis residencias dos vehículos del cuerpo de bomberos que por altavoz decían: ” venimos por alguien del #%#&:- (ininteligible)” pero lo que decían terminaba en 11. Yo vivo en el apto 4-11. Así que el conserje, inocente de la vida, empezó a decirles “sí 4-11, 4-11, aquí, aquí”.
Yo escuchaba desde mi ventana aterrorizada y de repente me tocan la puerta. Estaba a punto de tomar un baño por lo que debí vestirme primero y mientras lo hacía me decía a mi misma: pero si yo estoy sanita, por qué vienen por mi. Y asustada me imaginaba que me sacaban de mi apto, yo pataleando por escaparme.
Imaginé la noticia por todos lados, en las redes y demás. A los del edificio histéricos por miedo a algún contagio, a mi familia despidiéndose por skype, en fin. Cuando terminé de vestirme corrí a abrir la puerta pero ya no había nadie. Abrí el portón del edificio a tiempo de ver a los bomberos partir para las torres de abajo. Pregunté a un vecino que andaba por allí los detalles y me dijo que se trataba de un señor de 80 años que está mal y que vive en la tercera etapa de las residencias.
El conserje brillaba por su ausencia 
Me despedí del vecino diciendo: bueno, espero que el señor esté mejor y que no se trate del problema que nos compete a todos en el mundo. El asintió y entró al ascensor. A mi vez entré a mi apto mientras murmuraba: muerganito conserje..
No hay comentarios:
Publicar un comentario