Recién leí en inglés el discurso "Save America" del 6 de enero de Donald Trump y en ningún momento llamó a la violencia.
Los demócratas quieren criminalizar el derecho de la ciudadanía a denunciar y exponer un fraude en toda su grotesca dimensión, y no es justo.
La violencia que se desató en el Capitolio vino de una de estas dos vertientes: del extremismo de algunos republicanos, sobre lo cual la responsabilidad recae en la decisión personal de cada uno de ellos, recuerden el libre albedrío. O de alguna componenda para crear caos y luego inculpar a los republicanos de hechos violentos, considero posible en gran medida este segundo escenario debido al comportamiento desleal, censurador, fraudulento y antidemocratico que ha presentado el partido Demócrata durante aňos y con mayor vehemencia en el tiempo reciente.Cual sea el caso, considero que Donald Trump está libre de culpa en esos hechos.
El hizo lo que correspondía hacer, denunciar el fraude e instar al pueblo a acompaňarle en esa honrosa tarea y le admiro por eso. Ojalá Henrique Capriles, en Venezuela, hubiese mostrado ese mismo guáramo, hubiese conservado nuestro respeto.Trump y su equipo legal presentaron las evidencias pertinentes y estas fueron descaradamente desestimadas por jueces corruptos o que estaban bajo amenaza de personajes oscuros.
Así que considero a Donald Trump un héroe, y los demócratas en su siniestra ambición lo están convirtiendo en un mártir. Les regresará el bumerang que lanzaron, y será interesante verlo.
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